¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un sentimiento de miedo e inquietud que puede ser una reacción normal al estrés y ayudar en ciertas situaciones. Sin embargo, los trastornos de ansiedad ocurren cuando esta ansiedad no desaparece y empeora con el tiempo, afectando negativamente las actividades diarias y relaciones personales.

¿Cuáles son los tipos de trastornos de ansiedad?

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, estos son los mas comunes:

  • El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por preocupaciones excesivas y persistentes sobre asuntos cotidianos como la salud, el dinero, el trabajo y la familia, que ocurren casi a diario durante al menos 6 meses.
  • El trastorno de pánico se manifiesta en ataques de pánico, que son episodios repentinos y recurrentes de miedo intenso sin causa aparente. Estos ataques ocurren de manera rápida y pueden durar varios minutos o más.
  • Las fobias son miedos intensos a situaciones u objetos que presentan poco o ningún peligro real, como arañas, volar, lugares concurridos o situaciones sociales (ansiedad social).

¿Qué causa los trastornos de ansiedad?

Los trastornos de ansiedad pueden ser causados por una combinación de factores genéticos, químicos en el cerebro, experiencias traumáticas, y situaciones estresantes. También pueden estar relacionados con otras condiciones de salud mental.

Pero no se conoce la causa exacta qué casusa los trastornos de la ansiedad. 

¿Quién está en riesgo de tener trastornos de ansiedad?

Todos estamos en riesgo de padecer trastornos de ansiedad, ya que pueden surgir por una combinación de factores comunes a muchas personas, como el estrés diario, experiencias traumáticas, o cambios en la vida. Además, influencias genéticas y químicas también juegan un papel, lo que significa que nadie está completamente exento de desarrollar ansiedad en algún momento.

¿Cuáles son los tratamientos para los trastornos de ansiedad?

El mejor tratamiento para los trastornos de ansiedad es no enfrentar la situación solo. Contar con el apoyo de amigos y familiares es fundamental, junto con la ayuda de un profesional, como un psicólogo. Además, la espiritualidad y prácticas como la meditación pueden ofrecer un gran alivio y complementar el proceso de recuperación.

¡Cambiemos de canal! De la tristeza a la creatividad en un solo paso

Vamos a hacer una actividad donde escribiremos en una libreta, móvil, ordenador, o donde prefieras. La idea es responder estas preguntas con total sinceridad, ya que tú eres el jurado y no vale mentirse. No voy a calificar nada; simplemente vamos a reflexionar sobre cómo nos sentimos y qué emociones surgen.

  • ¿Qué es lo que me está causando ansiedad en este momento?
    • Piensa en la situación específica que te preocupa. A veces, identificarla con claridad es el primer paso para aliviarla.
  • ¿Es este problema tan grande como parece o estoy magnificándolo?
    • Intenta evaluar si estás exagerando el problema en tu mente. A menudo, nuestros pensamientos ansiosos hacen que todo parezca más grave.
  • ¿Qué puedo controlar en esta situación y qué está fuera de mi control?
    • Enfócate en lo que puedes hacer, y acepta que no todo está en tus manos. Esto reduce la sensación de impotencia.
  • ¿He pasado por algo similar antes? ¿Cómo lo resolví en aquella ocasión?
    • Recordar cómo has superado desafíos en el pasado puede darte confianza para enfrentarlos de nuevo.
  • ¿Cómo me sentiré acerca de este problema en una semana, un mes o un año?
    • Pensar en el futuro puede ayudar a poner las cosas en perspectiva y reducir la ansiedad.
  • ¿Qué puedo hacer ahora para sentirme un poco mejor?
    • Considera tomar acciones sencillas como respirar profundamente, dar un paseo, o hablar con alguien de confianza.
  • ¿Qué necesito en este momento: descanso, apoyo emocional, o tiempo para procesar?
    • A veces, la ansiedad surge porque no estamos atendiendo nuestras necesidades físicas o emocionales.
  • ¿Qué pensamientos negativos me están afectando? ¿Son realistas?
  • Identifica pensamientos automáticos negativos y cuestiona su validez. Pregúntate si realmente son ciertos o si son producto de tu ansiedad.
  • ¿Qué aspectos positivos puedo encontrar en esta situación, por pequeños que sean?
    • Falta información
  • ¿Qué aspectos positivos puedo encontrar en esta situación, por pequeños que sean?
    • Buscar lo positivo, incluso en una situación estresante, puede ayudarte a mantener una perspectiva equilibrada.
  • ¿He estado cuidando de mi bienestar físico (dormir, comer bien, hacer ejercicio)?
    • El cuidado físico tiene un gran impacto en cómo manejamos el estrés y la ansiedad.
  • ¿A quién puedo recurrir para hablar sobre cómo me siento?
    • Recordar que no estás solo y que puedes buscar apoyo puede ser un alivio en momentos de ansiedad.

Estas preguntas te ayudarán a tomar consciencia de tus emociones y a cambiar el enfoque cuando sientas ansiedad.


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